Era muy temprano en la mañana y desde la cama le daba gracias a Dios por todo. De repente vi un corset de mujer, hecho de metal rústico, como hecho a martillazos.
A mi mente vino este mensaje, «Usad la armadura de Dios para que puedas combatir contra las asechanzas del diablo».
Abri mis ojos y luego me puse a orar por iluminación.